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jueves, 30 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XLIV)


AUTOBIOGRAFÍA


Como el náufrago metódico que contase las olas
que faltan para morir,
y las contase, y las volviese a contar, para evitar
errores, hasta la última,
hasta aquella que tiene la estatura de un niño
y le besa y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de
caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que yo más quería.


Biografia Luis Rosales Poemas - Luis Rosales obra, biografía e ...




miércoles, 29 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XLIII)


Estos son los pensamientos de todos los hombres en todas las épocas y países,
no son originales míos,
Si no son tuyos tanto como míos no son nada o casi nada,
Si no incluyen todo, son poco más que nada,
Si no son el enigma y la resolución del enigma, no son nada,
Si no son al mismo tiempo cercanos y remotos, no son nada.

Esta es la hierba que crece donde quiera que hay tierra y agua,
Este es el aire común que baña el globo.

Walt Whitman (Traducción Manuel Villar Raso)



These are really the thoughts of all men in all ages and lands, they are not original with me,
If they are not yours as much as mine they are nothing, or next to nothing,
If they are not the riddle and the untying of the riddle they are nothing,
If they are not just as close as they are distant they are nothing.

This is the grass that grows wherever the land is and the water is,
This the common air that bathes the globe.



These are the thoughts of all men in all ages and
lands—they are not original with me;
If they are not yours as much as mine, they are
nothing, or next to nothing;
If they are not the riddle and the untying of the rid-
dle, they are nothing;
If they are not just as close as they are distant, they
are nothing.

This is the grass that grows wherever the land is,
and the water is;
This is the common air that bathes the globe.



Desmontando a Walt Whitman: el lado oscuro del poeta farsante más ...

martes, 28 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO ( XLII )

VUELO EN BUSCA DE PLACENTA

Ay déjame perderme extraviarme
por dentro de mí todo en fuga sin preludio
mudo y sordo de música olvidada
Que yo pueda orientarme 
en el seno del nido giratorio
volar buscando mi placenta
sin saber que hay afueras y adentros
y gotas siempre colgando
que nunca acaban de llorarse
¿Quién es ese que llora cuando lloro?
Buscadme más adentro
que me perdí abierto de ojos
olvidado de nidos
siempre yo mismo un vuelo
en busca tenebrosa de placenta

Gerardo Diego

La Fundación Gerardo Diego conmemora su 20 aniversario | El Diario ...

lunes, 27 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XLI)



No dejo de repetir el primer verso
y corregir la palabra
-"puse la mesa para seis"...
Te olvidaste de uno, el séptimo.

Estáis tristes los seis.
Ráfagas de lluvia cubren vuestros rostros.
Cómo pudiste, en esa mesa,
olvidar al séptimo, la séptima..

Están tristes tus huéspedes,
aburrida la garrafa de cristal.
Desconsolados ellos, desconsolado tú,
y, más desconsolada, la que olvidaste invitar.

Sin alegría, sin brillo
ah, no coméis ni bebéis.
¿Cómo pudiste olvidar el número?
¿Cómo te confundiste en el cálculo?

Cómo pudiste, cómo osaste no entender
que seis (dos hermanos, el tercero
-tú mismo- con tu mujer, y los padres)
-eran siete- puesto que yo no existo.

Pusiste la mesa para seis,
pero no se reduce el mundo a seis.
Para ser un espantajo entre los vivos,
prefiero ser fantasma, con los tuyos,
(los míos...)
tímida como un ladrón
¡sin rozar un alma siquiera!
Me siento en el lugar -la séptima -
delante del cubierto que no has puesto.

¡Por fin! ¡Volqué mi vaso!
Y todo lo que era preciso derramar,
-la sal toda de mis ojos, toda la sangre de las heridas-
desde el mantel al parqué.

Y ningún féretro, ninguna separación.
La mesa exorcizada, la casa despierta.
Como la muerte en un banquete de boda,
yo, la vida, me presenté en esa cena.

Nadie, ni hermano, ni hijos, ni esposo,
ni amigo; y un reproche, pese a todo:
tú, que pusiste la mesa para seis almas,
ni siquiera me pusiste en un rincón

Marina Tsvetáieva (Versión Severo Sarduy)

Marina Tsvetáyeva - Wikipedia, la enciclopedia libre




domingo, 26 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XL)


¡Leéme una lección, Musa, bien fuerte
en la cumbre del Nevis, ciega en niebla!
Me asomo a los abismos y un sudario
de vapor los esconde; eso sé yo
que los hombres conocen del infierno:
miro a lo alto, y hay niebla: no más puede
decir del cielo el hombre: niebla ciñe
la tierra, y por debajo de mí: así
de vago, al observarse, se ve el hombre.
Los riscos, aquí están, bajo mis pies:
tan solo sé que, pobre y tonto espectro,
los piso: y mi mirada sólo encuentra
niebla y riscos, no solo en esta cima
sino en el mundo del poder mental.

John Keats (Traducción José María Valverde)

Read me a lesson, Muse, and speak it loud
Upon the top of Nevis, blind in mist!
I look into the chasms, and a shroud
Vaporous doth hide them, — just so much I wist
Mankind do know of hell; I look o'erhead,
And there is sullen mist, — even so much
Mankind can tell of heaven; mist is spread
Before the earth, beneath me, — even such,
Even so vague is man's sight of himself!
Here are the craggy stones beneath my feet, —
Thus much I know that, a poor witless elf,
I tread on them, — that all my eye doth meet
Is mist and crag, not only on this height,
But in the world of thought and mental might!



sábado, 25 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXXIX)


ODA: INSINUACIONES DE INMORTALIDAD POR RECUERDOS DE LA TEMPRANA NIÑEZ


X

Así, pues, cantad, Pájaros, ¡cantad un canto alegre!
¡Y salten los borregos
como al son del tambor!
En nuestros pensamientos iremos agolpados
con vosotros, flautistas, vosotros que jugáis,
los que sentís en vuestro corazón
la alegría de mayo.
Aunque el fulgor que fue tan claro en otro tiempo
se quite para siempre de mi vista,
aunque nada me pueda devolver esas horas
de esplendor en la hierba, de gloria entre las flores,
no me voy a afligir, sino más bien a hallar
fuerza en lo que atrás queda:
en esa simpatía primigenia
que, habiendo sido, debe siempre ser;
en los suavizadores pensamientos que brotan
del sufrimiento humano;
en la fe que contempla a través de la muerte,
en los años que traen la mente filosófica.

William Wordsworth (Traducción José María Valverde)
 

ODE: INTIMATIONS OF INMORTALITY FROM RECOLLECTIONS OF EARLY CHILDHOOD



X


Then sing, ye Birds, sing, sing a joyous song!
And let the young Lambs bound
As to the tabor's sound!
We in thought will join your throng,
Ye that pipe and ye that play,
Ye that through your hearts to-day
Feel the gladness of the May!
What though the radiance which was once so bright
Be now for ever taken from my sight,
Though nothing can bring back the hour
Of splendour in the grass, of glory in the flower;
We will grieve not, rather find
Strength in what remains behind;
In the primal sympathy
Which having been must ever be;
In the soothing thoughts that spring
Out of human suffering;
In the faith that looks through death,
In years that bring the philosophic mind.


William Wordsworth - Wikipedia, la enciclopedia libre




viernes, 24 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXXVIII)


¡Soy nadie! ¿Y tú, quién eres?
¿Nadie también?
¡Somos dos, entonces!
¡Calla!, podrían descubrirnos.
¡Qué tedioso ser Alguien!
¡Cuánto impudor, cual una rana,
repetir tu nombre todo el día
ante una charca admirativa!

Emily Dickinson (Traducción Delia Pasini )


I'm nobody! Who are you?
Are you nobody, too?
Then there's a pair of us -don't tell!-
They'd advertise -you know!-

How dreary to be somebody!
How public like a frog
To tell one's name the livelong day
To an admiring bog!


Emily Dickinson: una vida más allá de la reclusión



jueves, 23 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXXVII)


ETCÉTERA

El padre trabajaba en la mina.
La madre trabajaba por las casas.
El chico andaba por la calle
aprendiendo buena conducta.

Al filo de la noche los tres juntos
alrededor del jarro y de la sopa.
El padre en su legítimo derecho,
tomaba para sí la mejor parte.
La madre daba al chico de lo suyo.
El chico lo sorbía y terminaba
pidiendo chocolate o mandarinas.
El padre le pegaba cuatro gritos
(siempre bebía al fin más de la cuenta)
y luego echaba pestes del gobierno
y luego se acostaba con las botas.

El chico se dormía sobre el codo.
La madre lo acostaba a pescozones
y luego abría el grifo y renegaba,
qué vida, Dios, fregando los cacharros,
y luego echaba pestes del marido
y luego le lavaba la camisa
y luego se acostaba como es justo.

Muy de mañana al día siguiente
el padre bajaba a los pozos,
la madre subía a las casas,
el chico salía a la calle.
Etcétera, etcétera, etcétera.

(No sé por qué empecé a contarlo.
Es una historia fastidiosa
y todos saben cómo acaba.)

Ángela Figuera


Ángela Figuera Aymerich: Típicamente feminista

miércoles, 22 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXXVI)


SONETO AMOROSO



Tras siempre arder, nunca consumirme;

y tras siempre llorar, nunca acabarme,

tras tanto caminar, nunca cansarme;

y tras siempre vivir, jamás morirme;


después de tanto mal, no arrepentirme;

tras tanto engaño, no desengañarme;

después de tantas penas, no alegrarme;

y tras tanto dolor, nunca reírme;


en tantos laberintos, no perderme,

ni haber, tras tanto olvido, recordado,

¿qué fin alegre puede prometerme?


Antes muerto estaré que escarmentado:

ya no pienso tratar de defenderme,

sino de ser de veras desdichado.

Francisco de Quevedo

Francisco de Quevedo - Wikipedia, la enciclopedia libre


martes, 21 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXXV)


DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS

Al poseerse, los amantes dudan.
No saben ordenar sus deseos.
Se estrechan con violencia,
se hacen sufrir, se muerden
con los dientes los labios,
se martirizan con caricias y besos.
Y ello porque no es puro su placer,
porque secretos aguijones los impulsan
a herir al ser amado, a destruir
la causa de su dolorosa pasión.
Y es que el amor espera siempre
que el mismo objeto que encendió la llama
que lo devora, sea capaz de sofocarla.
Pero no es así. No. Cuanto más poseemos,
más arde nuestro pecho y más se consume.
Los alimentos sólidos, las bebidas
que nos permiten seguir vivos,
ocupan sitios fijos en nuestro cuerpo
una vez ingeridos, y así es fácil
apagar el deseo de beber y comer.
Pero de un bello rostro, de una piel suave,
nada se deposita en nuestro cuerpo, nada
llega a entrar en nosotros salvo imágenes,
impalpables y vanos simulacros,
miserable esperanza que muy pronto se desvanece.
Semejantes al hombre que, en sueños,
quiere apagar su sed y no encuentra
agua para extinguirla, y persigue
simulacros de manantiales y se fatiga
en vano y permanece sediento y sufre
viendo que el río que parece estar
a su alcance huye y huye más lejos,
así son los amantes juguete en el amor
de los simulacros de Venus.
No basta la visión del cuerpo deseado
para satisfacerlos, ni siquiera la posesión,
pues nunca logran desprender ni un ápice
de esas graciosas formas sobre las que discurren,
vagabundas y erráticas, sus caricias.
Al fin, cuando, los miembros pegados,
saborean la flor de su placer,
piensan que su pasión será colmada,
y estrechan codiciosamente el cuerpo
de su amante, mezclando aliento y saliva,
con los dientes contra su boca, con los ojos
inundando sus ojos, y se abrazan
una y mil veces hasta hacerse daño.
Pero todo es inútil, vano esfuerzo,
porque no pueden robar nada de ese cuerpo

Lucrecio, De rerum natura,(Traducción Luis Alberto de Cuenca)





lunes, 20 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXXIV)



Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
De mí murmuran y exclaman:
—Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.

—Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de la vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.

Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?
Rosalía de Castro

María Xesús Lama, Premio Nacional de Ensayo por una obra sobre ...


domingo, 19 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXXIII)


A VECES

A veces

alguien te sonríe tímidamente en un supermercado

       alguien te da un pañuelo

       alguien te pregunta con pasión qué día es hoy en la

             sala de espera del dentista

       alguien mira a tu amante o a tu hombre con envidia

       alguien oye tu nombre y se pone a llorar

 

A veces

       encuentras en las páginas de un libro una vieja foto

             de la persona que amas y eso te da un tremendo

             escalofrío

       vuelas sobre el Atlántico a más de mil kilómetros

             por hora y piensas en sus ojos y en su pelo

estás en una celda mal iluminada y te acuerdas de un

             día luminoso

       tocas un pie y te enervas como una quinceañera

       regalas un sombrero y empiezas a dar gritos.

A veces

       una muchacha canta y estás triste y la quieres

       un ingeniero agrónomo te saca de quicio

       una sirena te hace pensar en un bombero o en un

             equilibrista

       una muñeca rusa te incita a levantarle las faldas a tu

             prima
un viejo pantalón te hace desear con furia y con
             dulzura a tu marido

A veces

       explican por la radio una historia ridícula y recuer-

             das a un hombre que en vida fue tu amigo

       disparan contra ti sin acertar y huyes pensando en

             tu mujer y en tu hija

       ordenan que hagáis esto o aquello y enseguida te enamoras

             de quien no hace ni caso

       hablan del tiempo y sueñas en una chica egipcia

       apagan las luces de la sala y ya buscas la mano de tu

             amigo.

A veces

       esperando en un bar a que ella vuelva escribes un

             poema en una servilleta de papel muy fino

       hablan en catalán y quisieras de gozo o lo que sea

             morder a tu vecina

       subes una escalera y piensas que sería bonito que el

             chico que te gusta te violara antes del cuarto

             piso

       repican las campanas y amas al campanero o al cura

             o a Dios si es que existiera

       miras a quien te mira y quisieras tener el poder preciso

              para ordenar que en ese mismo instante

se detuvieran todos los relojes del mundo.

A veces

       sólo a veces gran amor.

José Agustín Goytisolo

jose-agustin-goytisolo-1954 - Sientelo con oido

sábado, 18 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXXII)


AMOR MÁS PODEROSO QUE LA VIDA

La misma calidad que el sol de tu país,
saliendo entre las nubes:
alegre y delicado matiz en unas hojas,
fulgor de un cristal, modulación
del apagado brillo de la lluvia.

La misma calidad que tu ciudad,
tu ciudad de cristal innumerable
idéntica y distinta, cambiada por el tiempo:
calles que desconozco y plaza antigua
de pájaros poblada,
la plaza en que una noche nos besamos.

La misma calidad que tu expresión,
al cabo de los años,
esta noche al mirarme:
la misma calidad que tu expresión
y la expresión herida de tus labios.

Amor que tiene calidad de vida,
amor sin exigencias de futuro,
presente del pasado,
amor más poderoso que la vida:
perdido y encontrado.
Encontrado, perdido...
Jaime Gil de Biedma

Gil de Biedma: el testamento del poeta que quiso ser poema



viernes, 17 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXXI)


POR DONDE VAN LAS ÁGUILAS


Una luz vehemente y oscura, de tormenta,
flota sobre las cumbres del alto Guadarrama,
por donde van las águilas. La tarde baja, lenta,
por los senderos verdes, calientes de retama.

Entre las piedras brilla la lumbre soñolienta
del sol oculto y frío. La luz, de rama en rama,
como el vuelo de un pájaro, tras la sombra se ahuyenta.
Bruscamente, el silencio crece como una llama.

Tengo miedo. Levanto los ojos. Dios azota
mi corazón. El vaho de la nieve se enfría
lo mismo que un recuerdo. Sobre los montes flota

la paz, y el alma sueña su propia lejanía.
Una luz vehemente desde mi sueño brota
hacia el amor. La tarde duerme a mis pies, sombría.
Leopoldo Panero

Leopoldo Panero | Retrato fotográfico del poeta español Leop… | Flickr


jueves, 16 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXX)



ÍTACA


Cuando salgas de viaje para Ítaca,
desea que el camino sea largo,
colmado de aventuras, colmado de experiencias.
A los lestrigones y a los cíclopes,
al irascible Posidón no temas,
pues nunca encuentros tales tendrás en tu camino,
si tu pensamiento se mantiene alto, si una exquisita
emoción te toca cuerpo y alma.
A los lestrigones y a los cíclopes,
al fiero Posidón no encontrarás,
a no ser que los lleves ya en tu alma,
a no ser que tu alma los ponga en pie ante ti.

Desea que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas estivales
en que -¡y con qué alegre placer!-
entres en puertos que ves por vez primera.
Detente en los mercados fenicios
para adquirir sus bellas mercancías,
madreperlas y nácares, ébanos y ámbares,
y voluptuosos perfumes de todas las clases,
todos los voluptuosos perfumes que te sean posibles.
Y vete a muchas ciudades de Egipto
y aprende, aprende de los sabios.

Mantén siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Pero no tengas la menor prisa en tu viaje.
Es mejor que dure muchos años
y que viejo al fin arribes a la isla,
rico por todas las ganancias de tu viaje,
sin esperar que Ítaca te va a ofrecer riquezas.

Ítaca te ha dado un viaje hermoso.
Sin ella no te habrías puesto en marcha.
Pero no tiene ya más que ofrecerte.

Aunque la encuentres pobre, Ítaca de ti no se ha burlado.
Convertido en tan sabio, y con tanta experiencia,
ya habrás comprendido el significado de las Ítacas.

Constantino Cavafis (Traducción Ramón Irigoyen)

El viejo poeta de Alejandría | Cultura | EL MUNDO

miércoles, 15 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXIX)


NO SALGAN DE SUS CUARTOS

No salgan de sus cuartos, no cometan errores,
¿para qué los Marlboro, si fumas Ducados?
Tras la puerta, la dicha, sus gritos: lo insensato.
Salgan para ir al baño y vuelvan de inmediato.
 
No salgan de sus cuartos, no enciendan los motores.
Porque afuera el espacio se hace de corredores
y en contador acaba. Si toca una juerguista,
sobreponte al asombro antes que te desvista.
 
No salgan de sus cuartos. Eviten un resfrío.
Estas cuatro paredes… ¿qué mayor desafío?
¿Para qué ir a un lugar y regresar cansado,
idéntico, de noche, pero más mutilado?
 
No salgan de sus cuartos. Y bailen bossa nova
con zapatos sin medias en mitad de la alcoba
(sobre el cuerpo desnudo, un abrigo estrujado).
Has escrito mil cartas: una más, demasiado.
 
No salgan de sus cuartos. Permite que el vacío
suponga tu apariencia. De incógnito, confío;
ergo sum, como forma dentro de la sustancia.
Afuera sólo hay té, afuera no está Francia.
 
No sean tontos, no salgan, no imiten a los otros.
No salgan de sus cuartos. Clausuren los armarios.
Sean pared y sean muebles. Atranquen bien las casas:
afuera Cronos, cosmos, eros, virus y razas.

Joseph Brodsky (Traducción Ernesto Hernández Busto)

Joseph Brodsky reviu

martes, 14 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXVIII)


CARTAS AL Dr. Y.

Hoy me hacen feliz las sábanas de la vida.

Lavé las sábanas de la cama.
Tendí las sábanas y las contemplé
dar manotazos y alzarse como gaviotas.
Cuando estuvieron secas las descolgué
y enterré mi cabeza en ellas.
Todo el oxígeno del mundo estaba en ellas.
Todos los pies de los bebés del mundo estaban en ellas.
Todas las ingles de los ángeles del mundo estaban en ellas.
Todos los besos mañaneros de Filadelfia estaban en ellas.
Todos los juegos a la pata coja en las aceras estaban en ellas.
Todos los ponis de trapo estaban en ellas.

Así que esto es la felicidad,
ese jornalero.

Anne Sexton ( Traducción Juan Ronco)

LETTERS TO Dr. Y.


I am happy today with sheets of life.
I washed out the bedsheets.
I hung out the bedsheets and watched them
slap and lift like gulls.
When they were dry I unfastened them
and buried my head in them.
All the oxygen of the world was in them.
All the feet of the babies of the world were in them.
All the crotches of the angels of the world were in them.
All the morning kisses of Philadelphia were in them.
All the hopscotch games on the sidewalks were in them.
All the ponies made of cloth were in them.

So this is happiness,
that journeyman.

POESÍA Yo estaba envuelta en piel | Anne Sexton

lunes, 13 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXVII)


DONDE HABITE EL OLVIDO

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

Luis Cernuda: que no habite el olvido

domingo, 12 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXVI)



LA PRIMAVERA

Homenaje de Franz Lehar a Jaime Gil de Biedma

¿Quién no se ha puesto un día una guerrera
de húsares, azul, un quepis negro
con un aigret flamante, y las espuelas
con que el caballo vals galopa firme
dentro de los espejos fugitivos
y cual viento de mayo se ha lanzado
a la ocasión que pasa, al dulce atisbo
de la aventura errante, para luego
llorar amargamente sobre el rastro
de una estrella fugaz?



Congreso Internacional Juan Gil-Albert, Alicante-Alcoy, del 3 al 6 ...

sábado, 11 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXV)


ACCIDENTES NOCTURNOS


Palabras minuciosas, si te acuestas
te comunican sus preocupaciones.
Los árboles y el viento te argumentan
juntos, diciéndote lo irrefutable
y hasta es posible que aparezca un grillo
que en medio del desvelo de tu noche
cante para indicarte tus errores.
Si cae un aguacero, va a decirte
cosas finas, que punzan y te dejan
el alma, ay, como un alfiletero.
Sólo abrirte a la música te salva:
ella, la necesaria, te remite
un poco menos árida a la almohada,
suave delfín dispuesto a acompañarte,
lejos de agobios y reconvenciones,
entre los raros mapas de la noche.
Juega a acertar las sílabas precisas
que suenen como notas, como gloria,
que acepte ella para que te acunen,
y suplan los destrozos de los días.

                  Ida Vitale


viernes, 10 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO ( XXIV )


BELLAS COSAS SUBLIMES

Bellas cosas sublimes: la noble cabeza de O'Leary
mi padre en la escena del Abbey, ante una multitud furiosa:
"Esta tierra de santos...", y luego, al extinguirse los aplausos:
"...de santos de escayola", la hermosa cabeza malévola echada hacia atrás].
O'Grady, sin tenerse en pie, agarrándose a las mesas,
pronunciando elevadas palabras sin sentido ante un público borracho;
Augusta Gregory, sentada junto a su magnífica mesa de similor,
su octogésimo aniversario en ciernes: "Ayer me amenazó.
Le dije que aquí estoy todas las noches, se seis a siete,
con las persianas levantadas"; Maud Gonne en la estación de Howth,
esperando el tren,
con esa cabeza erguida y arrogante de Palas Atenea;
los dioses del Olimpo; algo que no se ha vuelto a ver.

W. B. Yeats (Traducción José Manuel Benítez Ariza)


BEAUTIFUL LOFTY THINGS

Beautiful lofty things: O’Leary’s noble head;
My father upon the Abbey stage, before him a raging crowd:
‘This Land of Saints’, and then as the applause died out,
‘Of plaster Saints’; his beautiful mischievous head thrown back.
Standish O’Grady supporting himself between the tables
Speaking to a drunken audience high nonsensical words;
Augusta Gregory seated at her great ormolu table,
Her eightieth winter approaching: ‘Yesterday he threatened my life.
I told him that nightly from six to seven I sat at this table,
The blinds drawn up’; Maud Gonne at Howth station waiting a train,
Pallas Athene in that straight back and arrogant head:
All the Olympians; a thing never known again. 

William Butler Yeats And Cannabis - Irish Hemp History - Medium

jueves, 9 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXIII)


DE LA BREVEDAD ENGAÑOSA  DE LA VIDA


Menos solicitó veloz saeta
destinada señal, que mordió aguda;
agonal carro por la arena muda
no coronó con más silencio meta,
que presurosa corre, que secreta,
a su fin nuestra edad. A quien lo duda,
fiera que sea de razón desnuda,
cada Sol repetido es un cometa.
Confiésalo Cartago, ¿ y tú lo ignoras?
Peligro corres, Licio, si porfías
en seguir sombras y abrazar engaños.
Mal te perdonarán a ti las horas:
las horas que limando están los días,
los días que royendo están los años.



miércoles, 8 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXII)


A fuerza de pulir como un diamante
espléndidas palabras, sus sentidos,
las sombras que la música sugiere,
se achica el material y se hace raro,
como una ensoñación que desvaría.
En mi juego de espejos ya no sé
a quién remite cada imagen ni
adónde me conducen
las oscuras verdades de la estética.
Ese polvillo de oro
es un producto cruel de la pericia.
Como sacar del aire perfección,
y el aire nos devuelve su vacío.


                    Carlos Pujol

Un homenaje a Carlos Pujol: recordamos su última entrevista ...

martes, 7 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XXI)


EL EXTRANJERO


- Hombre enigmático, di, ¿ a quién amas más: a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano?
- No tengo padre, ni madre, ni hermana, ni hermano.
- ¿A tus amigos?
- Te sirves de una palabra cuyo significado hasta ahora no he comprendido.
- ¿ A tu patria?
- Ignoro en qué latitud se encuentra.
- ¿ A la belleza?
- La amaría con gusto, diosa e inmortal.
- ¿ Al oro?
- Lo odio como odias a Dios.
- ¿ Qué amas entonces, extraordinario extranjero?
- Amo las nubes...las nubes que pasan a lo lejos...las maravillosas nubes.

 Charles Baudelaire (Traducción Manuel Álvarez Ortega)


L'ETRANGER


— Qui aimes-tu le mieux, homme énigmatique, dis ? ton père, ta mère, ta sœur ou ton frère ?
— Je n’ai ni père, ni mère, ni sœur, ni frère.
— Tes amis ?
— Vous vous servez là d’une parole dont le sens m’est resté jusqu’à ce jour inconnu.
— Ta patrie ?
— J’ignore sous quelle latitude elle est située.
— La beauté ?
— Je l’aimerais volontiers, déesse et immortelle.
— L’or ?
— Je le hais comme vous haïssez Dieu.
— Eh ! qu’aimes-tu donc, extraordinaire étranger ?
— J’aime les nuages… les nuages qui passent… là-bas… là-bas… les merveilleux nuages !



lunes, 6 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XX)

GRACIAS, NIEBLA


Acostumbrado al clima de Nueva York
y familiarizado con sus humos,
te había olvidado a ti,
Su Hermana impoluta, y lo que
le das a los inviernos británicos:
ahora recupero el saber del nativo.

Enemiga jurada de la ansiedad,
temor de conductores y aviones,
los que vuelan, claro, Te maldicen
pero cómo me gusta
que te hayan traído de visita
a la campiña embrujada de Wiltshire
durante toda la semana de Navidad,
para que nadie pueda colarse
aquí, cuando mi cosmos se concentra
dentro de una vieja casa de campo
y en cuatro personas, unidas por la amistad:
Jimmy, Tania, Sonia y Yo.

Fuera el silencio no tiene forma,
porque incluso los pájaros cuya sangre
es tan vigorosa que les permite
habitar aquí todo el año,
como el mirlo y el zorzal,
ante Tus engaños reprimen
sus gozosas interjecciones,
ningún gallo se atreve a cantar,
las copas de los árboles, apenas visibles,
no crujen aunque permanecen ahí,
condensando Tu humedad en gotas 
de forma muy eficiente.

Dentro los sitios son precisos,
cómodos, apropiados para
el recuerdo y la lectura,
los crucigramas, las afinidades, la diversión:
alimentados por una sabrosa
cena y regalados con vino,
nos sentamos en alegre círculo,
sin preocuparnos de nosotros mismos
pero atentos a los demás,
aprovechando al máximo porque
pronto tendremos que regresar,
cuando se acaben los días de indulgencia,
al mundo del trabajo y del dinero,
y a preocuparnos de esto y aquello.

El sol del verano nunca podrá
disipar la oscuridad global
que proyectan los Diarios,
que con su prosa chapucera
vomitan toda la porquería y la violencia
que somos demasiado tontos para evitar:
nuestra tierra es un lugar miserable,
pero por este respiro extraordinario,
tan tranquilo pero festivo,
Gracias Niebla, Gracias Niebla.

 W.H. AUDEN (Traducción Javier Calvo)

THANK YOU, FOG

Grown used to New York weather,
all too familiar with Smog,
You, Her unsullied Sister,
I’d quite forgotten and what
You bring to British winters:
now native knowledge returns.
Sworn foe to festination,
daunter of drivers and planes,
volants, of course, will cause You,
but how delighted I am
that You’ve been lured to visit
Wiltshire’s witching countryside
for a whole week at Christmas,
that no one can scurry where
my cosmos is contracted
to an ancient manor-house
and four Selves, joined in friendship,
Jimmy, Tania, Sonia, Me.
Outdoors a shapeless silence,
for even then birds whose blood
is brisk enough to bid them
abide here all the year round,
like the merle and the mavis,
at Your cajoling refrain
their jocund interjections,
no cock considers a scream,
vaguely visible, tree-tops
rustle not but stay there, so
efficiently condensing
Your damp to definite drops.
Indoors specific spaces,
cosy, accommodate to
reminiscence and reading,
crosswords, affinities, fun:
refected by a sapid
supper and regaled by wine,
we sit in a glad circle,
each unaware of our own
nose but alert to the others,
making the most of it, for
how soon we must re-enter,
when lenient days are done,
the world of the work and money
and minding our p’s and q’s.
No summer sun will ever
dismantle the global gloom
cast by the Daily Papers,
vomiting in slip-shod prose
the facts of filth and violence
that we’re too dumb to present:
our earth’s a sorry spot, but
for this special interim,
so restful yet so festive,
Thank You, Thank You, Thank You, Fog


(Como un pastel de boda olvidado bajo la lluvia)