Este blog

domingo, 5 de abril de 2020

LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (XIX)


LA ÚLTIMA COSTA


Había una barcaza con personajes torvos,
en la orilla dispuesta. La noche de la tierra,
sepultada.

            Y más allá aquel barco, de luces mortecinas,
en donde se apiñaba, con fervor, aunque triste, 
un gentío enlutado.

              Enfrente, aquella bruma
cerrada bajo un cielo sin firmamento ya.
Y una barca esperando, y otras varadas.

Llegábamos exhaustos, con la carne tirante, algo seca.
Un aire inmóvil, con flecos de humedad,
                                                                flotaba en el lugar

Todo estaba dispuesto,
                                   La niebla, aún más cerrada,
exigía partir. Yo tenía los ojos velados por las lágrimas.
Dispusimos los remos desgastados
y como esclavos, mudos,
empujamos aquellas aguas negras.

Mi madre me miraba, muy fija, desde aquel barco,
en el viaje aquel de todos a la niebla.                                         



Francisco Brines: Si tus dudas coinciden con las mías | Cultura ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario