LA POESÍA, SEÑOR HIDALGO (V)
LA VIDA FURTIVA
Seguramente será como ahora. Estaré despierto,
iré arriba y abajo por el corredor. Como un minero
que sale de un pozo, me subirá
desde el silencio de toda la casa, brusco,
el ronquido del ascensor. Me detendré a escuchar
el abofeteo de puertas de metal y los pasos
en el rellano, y adivinaré el instante
en que arrancará a temblar la angustia del timbre.
Sabré quiénes son. Les abriré enseguida. Todo perdido,
que entren estos, a quienes se lo tendré que decir todo.
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